El West Highland White Terrier pertenece al grupo de perros conocidos como ‘Terrier’, que procede del latín terra, que significa tierra. Los Terrier fueron criados para trabajar bajo tierra, ahuyentar de sus madrigueras y cazar alimañas, grandes y pequeñas, como los roedores, conejos y zorros, comunes en la vida de campo.

Afortunadamente la historia del West Highland White Terrier se encuentra mejor documentada que la de otros Terrier. A principios del siglo XIX, la familia Malcolm de Poltalloch terrateniente de Argyll, como la mayoría de los ingleses, gustaba de la cacería y comúnmente se acompañaban de sus perros. Sin embargo, en un terrible accidente de caza, su perro favorito (de color rojizo) fue confundido con un zorro y fue abatido.

La mayoría de los criadores sacrificaban a sus cachorros blancos y mantenían a los rojizos o de color arena por pensar que eran más resistentes. No obstante, a partir del incidente, el clan Malcolm decidió mantener a los cachorros blancos para no confundirlos con las presas y nació así una nueva raza brillante, inteligente y valiente, tan apto como cualquier otro Terrier.

Al Coronel Malcolm se le considera el padre de la raza y se le atribuye la concepción del nombre oficial: West Highland White Terrier. El 20 de marzo se estipuló como el Día Mundial del Westy en homenaje al Coronel Malcolm de Poltalloch quien falleció en esa fecha.